Estamos entrando en un periodo mental donde las opciones que hacemos cada momento determina la direction y nivel de nuestra energia. Hay momentos donde la frialdad de la mente nos da la idea de que todo esta bien y que no tenemos que actualizar nuestra percepccion. Nos queremos quedar en en un estado de complacencia. Ahora es el momento the tomar mas en serio la investigacion interior, ya que es por medio de ella que se forma nestra realidad externa.
Es el momento de decir si a lo que la vida nos ofrece.
«La vida no se puede vivir con un no, y aquellos que intentan vivir la vida con un no simplemente siguen desperdiciándola. Uno no puede mantenerse en el no, porque el no está simplemente vacío. El no es como la oscuridad. La oscuridad no tiene una existencia real; es simplemente la ausencia de luz. Por eso no puedes hacer nada con la oscuridad directamente. No la puedes sacar de la habitación, no la puedes echar a la casa del vecino, no puedes traer más oscuridad a tu casa. No se puede hacer nada directamente con la oscuridad, porque no tiene entidad. Si quieres hacer algo con la oscuridad, apagas la luz; si no quieres oscuridad, pones la luz. Pero todo lo que tienes que hacer tiene que ser hecho con luz.
Exactamente de la misma manera, el sí es luz, el no es oscuridad. Si realmente quieres hacer algo en tu vida, tienes que aprender el camino del sí. Y el sí es tremendamente hermoso; el sólo hecho de pronunciarlo es muy relajante. Permite que se convierta en tu propio estilo de vida. Di sí a los árboles y a los pájaros y a las personas y te quedarás sorprendido: la vida se convierte en una bendición si estás dispuesto a decirle sí. La vida se convierte en una gran aventura».
El primer paso es decir si, a mirar a tu interior, es decir no a la pereza y al orgullo de que estas bien sola.
El método:
Cuándo: Cada noche, antes de acostarte, durante diez minutos por lo menos; luego, nuevamente en la mañana, lo primero, durante tres minutos por lo menos. También a lo largo del día, cuando te sientas negativo, siéntate en tu cama y hazlo.
Primer paso: Empieza poniendo tu energía en el sí, haz un mantra del sí. Sentado en tu cama empieza a repetir, sí…sí… Sintonízate con ello. Al principio no harás más que repetirlo, luego siéntelo, empieza a sentir su influencia. Permite que llegue a tu ser desde la cabeza a los pies. Permite que entre en ti profundamente.
Segundo paso: Si no puedes decirlo en voz alta, al menos dilo silenciosamente: ¡sí…sí…sí!