Audacia: la certeza de tu corazón

Audacia: la certeza de tu corazón

La certeza es la fuerza y ​​el fluido del corazón que tranquiliza y expresa lo divino de una manera clara y audaz. 

La certeza va mas allá de una expresión de fuerza. Viene de una convicción de vida, de fuerza. Esta certeza le da la expresión y el color a la personalidad.

Te da una fuerza permanente para sostener el núcleo de tus convicciones, tus pasiones y la formación de tu vida. Mantiene la integridad, la pureza de acción y una dirección incuestionable del fluir de la vida.

La certeza expresada te da seguridad, te brinda una relajación profunda de que todo está bajo un control divino y que solo necesitas seguir lo que sabes y lo que amas. Cuando estás seguro, eres valiente, actúas con convicción y tienes dominio (no control) sobre las experiencias que eliges vivir y manifestar.

Antes de continuar con nuestra exploración, quiero que se relacione con la certeza como una fuerza, una corriente y una cualidad del corazón.

Distorsiones de la certeza: limitación e ilusión

En algunos casos, esta cualidad del corazón está dirigida hacia nuestro pequeño yo, hacia nuestras limitaciones e ilusiones.
Creemos profundamente en nuestras limitaciones y las tomamos como una verdad. Cuando ese es el caso, el buscador sufre de incertidumbre. En ese estado paralizante, cuestionarán cada movimiento que represente un cambio o una expresión de su identidad.

Esta incertidumbre puede ser tan agotadora, tan confusa y tan paralizante que el buscador pierde la pista a través del tiempo de la voz y la pasión de su corazón. En ese estado, el buscador está atascado en su cabeza y rechaza la expresión de cualquier cosa significativa en su vida.

De lo que no nos damos cuenta es que la certeza es una cualidad del corazón que siempre será parte de nuestro sistema energético. Cuando usamos la certeza para reafirmar creencias limitadas, atrapamos esa vibración en una dimensión destructiva. Por ejemplo, cuando le pregunto a una persona qué es lo que quiere en la vida, es posible que responda: "Bueno, no estoy seguro. No lo sé." En esa declaración, están aplicando certeza a su incertidumbre.
Creen en su inseguridad y la reafirman agregando un “tal vez” o una fantasía. "Oh, tal vez me gustaría mudarme a otro país, o tal vez las cosas mejorarían de esta manera ..." En este estado, el buscador se enfrenta a muchas posibilidades de comportamiento, generalmente provenientes de experiencias pasadas o de observaciones. Su fuerza de certeza está invertida en la limitación y sirve a la ilusión de restricción.

Cómo liberar la certeza

1. Investiga en dónde está

Contempla las creencias limitadas que reafirmas en la conversación. De esta forma, reconocerás la certeza que tienes que se ha extraviado o que sirve al yo limitado.

Examine las conversaciones que siguen una receta como: "Si hago esto, tendré aquello". o "Supongo que esto es mejor para mí". Sea consciente de dónde se invierte su certeza.

2. Perdón

Cuando te dé cuenta de que has sido engañado por la mente, no le des mucha importancia. Si el sentido del ego ha usado la fuerza de tu certeza para hacerte creer que eres impotente e incapaz, ¿y qué? No te condene a sí mismo.

3. Decide reclamar el poder del corazón.

En una ceremonia interior, busca la fuerza de la certeza, llévala al centro del corazón y anuncia tu victoria al resto de tu cuerpo. Date cuenta del truco de la mente y rehúsa creer en la ilusión de debilidad e inseguridad.

4. Respalda tu ceremonia con una acción.

Anímate y da forma a tu osadía a través de la acción. Date cuenta de que no se trata solo de una acción que debes realizar, sino de hacer una entrada a una vida que sigue tus convicciones y pasiones más íntimas.

Es estar desnudo en la entrada de lo desconocido y relacionarse con él con inocencia y disponibilidad. Date cuenta de que siempre eres nuevo y fresco en cada momento.

La certeza liberada es una fuerza que el corazón necesita para avanzar y darte la entrada a la puerta de un flujo perpetuo. Cuando descubres La confianza interior, te das cuenta que es un atributo de lo eterno, y que tu seguridad interior proviene de misterios del corazón.

La certeza es silenciosa cuando está al servicio de sus convicciones, su pertenencia interior y su compasión. Al mismo tiempo, la certeza da audacia espiritual, originalidad y fuerza para desafiar la ilusión de la realidad concreta.
Chía y chocolate para el desayuno

Chía y chocolate para el desayuno

Hacer este pudín es increíblemente fácil. Todo lo que necesita hacer es mezclar los ingredientes de la leche con chocolate (leche de almendras, cacao en polvo, jarabe de arce y un chorrito de vainilla) y luego verterlo sobre las semillas de chía. 

Use un batidor para asegurarse de que las semillas de chía se cubran uniformemente con la mezcla de leche con chocolate, luego transfiera la mezcla de pudín al refrigerador para espesar.

El pudín debe estar listo para servir en aproximadamente 15 a 20 minutos, pero también puede guardarlo en el refrigerador durante varios días, como una comida fácil de preparar con anticipación.

INGREDIENTES

1 taza de leche no láctea (almendras, avena, cáñamo, etc.)
2 a 3 cucharadas de cacao en polvo crudo (o cacao en polvo.)
2 a 3 cucharadas de jarabe de arce o dátiles
1/4 taza de semillas de chía Puedes agregar jengibre, cardamomo o canela.

INSTRUCCIONES En un tazón (con un pico vertedor, si es posible) combine la leche, 2 cucharadas de cacao en polvo y 2 cucharadas de jarabe de arce. Pruebe la mezcla y agregue más cacao en polvo o jarabe de arce al gusto.

Tenga en cuenta que las semillas de chía diluirán ligeramente el sabor de la leche con chocolate. Para hacer dos porciones individuales, vierta 2 cucharadas de semillas de chía en dos frascos de almacenamiento separados que tengan tapa.

Divida la leche con chocolate entre los dos recipientes y luego use un batidor para mezclar bien.

(Alternativamente, puede agregar las semillas de chía a la mezcla de leche con chocolate para revolver bien, luego verter el pudín de chía en los recipientes de almacenamiento, ¡depende totalmente de usted!)

Además, si no le gusta la textura de la chía, puede licúa la mezcla para obtener una textura más suave.

Transfiera el pudín al refrigerador para que espese, durante al menos 15 minutos, pero se volverá aún más espeso cuanto más tiempo se enfríe.

Puede preparar este pudín hasta con 3 días de anticipación como una opción de comida preparada con anticipación, siempre que lo guarde en un recipiente hermético en el refrigerador.