En la época clásica (200 a 800 AdC) el sabio Pantajali revela una pieza maestra en la filosofía del yoga. Basado en las 8 ramas del yoga, todas los estatutos y tradiciones místicas y metafísicas florecen y se expanden.

Patanjali identificó 8 aspectos interrelacionados de la práctica de yoga. Las 8 son igualmente esenciales para refinar la mente y discernir lo real de lo ilusorio. Son llamadas “ramas” o “partes” en lugar de pasos para enfatizar su naturaleza integrada. Las ramas crecen en relación unos con otras, permitiendo el uso coordinado de todas. Las ocho ramas son:

  1. Yama. Código social.
  2. Niyama. Código personal.
  3. Asana. Postura.
  4. Pranayama. Control de la energía. Regulación de la respiración.
  5. Pratyahara. Aislamiento sensorial de estímulos externos.
  6. Dharana. Concentración. Calma mental.
  7. Dhyana. Meditación.
  8. Samadhi. Superconsciencia.

YAMA. Código de conducta social.

  • Ahimsa: No violencia.
  • Satya: No mentir o engañar.
  • Asteya: No robar.
  • Brahmacharya: Moderación.
  • Aparigraha: No avaricia. Compartir.

NIYAMA. Código de conducta personal.

  • Saucha: Limpieza interna y externa.
  • Santocha: Satisfacción y serenidad.
  • Tapas: Austeridad. Disciplina.
  • Swadyaya: Introspección y autoconocimiento.
  • Ishwara Pranidana: Rendición.

ASANA. Postura.

El Yogui consigue una postura de meditación (Padmasana, Siddhasana o Sukhasana) firme y confortable, con estabilidad física y mental, que permita profundizar en el Yoga.

 

Sukhasana

Shidaasana

Padmasana

PRANAYAMA. Regulación de la respiración.

El manejo de la energía vital se llama pranayama. Es toda una ciencia que da nacida a Swara Yoga, o el yoga de la respiración. La mente esta intimamente relacionada con todas las variaciones respiratorias. Igualmente los 5 «Vayus» o aires del cuerpo se manejan y balancean con la la correcta utilización de pranayamas

PRATYAHARA. Aislamiento sensorial de estímulos externos.

Mirar hacia dentro, progresivamente conseguimos desconectarnos de los estímulos exteriores. Profundizando se consigue aislar la consciencia de los estímulos sensoriales y de la actividad psíquica.

DHARANA. Concentración.

Dharana es mantener la concentración de la mente en un objeto, ya del cuerpo, ya exterior al cuerpo. Para desarrollar la concentración enfocamos la mente en un Mantra, en un Chakra, en la respiración, etc…

DHYANA. Meditación.

Prolongando el flujo continuo de atención al objeto de concentración (Dharana), surge la meditación o Dhyana. Es un proceso que no puede forzarse. El Yogui, con perseverancia, crea la situación adecuada para que suceda.

SAMADHI. Superconsciencia.

Culminando el proceso meditativo, se desemboca en el estado de Conciencia Universal. La mente, la dualidad, ha sido trascendida. No hay palabras que puedan explicarlo adecuadamente. En este estado, el Yogui alcanza la iluminación o liberación en vida (Jivan Mukta).

El candidato que quiere practicar yoga como el vehículo de liberación, atiende a estas ramas y comprenden su rol y desarrollo paulatino.

Mira este documental para aprender los diferentes tipos de samadhi.