El corazón es la fuente de todo placer duradero, de toda la alegría y de toda la luminosidad. La energía del corazón, es la más poderosa en la existencia, es la forma de todos. Es en el movimiento de la materia y la quietud del no importa. Todo está allí, reposando en el vacío de tu corazón para tu deleite.

He encontrado mentes que viven en una actitud de descontento. No importa lo que tienen, o lo que experimentan; quieren algo diferente, más grande, especial y único. Este tipo de persona, puede llegar a estar profundamente enojado por no recibir lo que espera. Pueden construir proyectos en sus mentes para hacer su vida diferente y «mejor». Como  estos proyectos se basan en el descontento y en la indiferencia de lo que tienen, no pueden prosperar porque se concentran en una sólida proyección del presente.

Este tipo de mente quiere otra gente, de una manera o otra, para abastecer su satisfacción. Algunos de los mantras de las mentes insatisfechas son declaraciones como «hazlo por mí», «dámelo a mí», “ hazme feliz», «sólo si tengo» o «hazme tu centro». Las solicitudes pueden variar, y a quien se hace la solicitud también, pero la posición común de esperar algo o alguien para que lo haga por ellos está allí. Las personas con esta actitud son inquietos, son críticos y están profundamente insatisfechos con TODO. Nada les agrada durante mucho tiempo, por lo que cambian sus intereses a menudo, buscan ser felices, sobresalir para ser admirados.

Nada es justo, el trabajo no es lo suficientemente bueno, la pareja no está completa, la ciudad está demasiada fría, etc. Al final nunca están bien tampoco, jamás tienen razón. Este tipo de mente busca el placer, la satisfacción fuera de sí mismos y seguridades externas. No se dan cuenta de la relación entre placer y auto-responsabilidad.

La satisfacción real surge cuando nos asociamos con la comprensión de la auto- responsabilidad. Podemos pensar que la auto-responsabilidad es un deber que recorta nuestra libertad. Podemos pensar que no somos capaces de darnos el placer de ser independientes, o podemos pensar que la auto-responsabilidad es cuidar de nuestros deberes cotidianos.

Evitar aceptar que «puedo darme placer a mí mismo activando mis pasiones» es el núcleo de la insatisfacción. Al final estas buscando permiso fuera o compañía para recibir placer, buscarlo y mostrarlo. Puedes ser agresivo, amargado y culpable si este permiso no se te da. Estas emociones queman el potencial del corazón para guiarte y para poder proceder con tu verdadera pasión.

El corazón quiere comprometerse, servir y desempeñar un papel en la tierra. El corazón sólo puede hacer esto cuando hay auto-responsabilidad: «Yo soy mi creador, creo mi realidad y mi felicidad», «No voy a evitarlo esperando que la vida, Dios o los demás lo hagan por mí.»

El corazón en toda su potencia y con profunda paciencia construye paso a paso todo lo que eres y lo que quieres ser. No necesitas grandes curaciones o buscar el placer y la exhaustividad en otro lugar. El gran corazón, durante mucho tiempo ha estado esperando que sueltes tu posición infantil y declarares tu madurez y soberanía, lo tienes tod