Sacado del curso el valor de la autoestima.

Hoy vamos a estudiar la parte de la autoestima que esta apoyada sobre el afecto personal y como la poca autoestima personal esta basada en la poca comunicación que tenemos en expresar nuestra necesidad de tener afecto.

Si vemos el afecto separado de nuestro concepto de amor, simplemente como un cariño o como un reconocimiento, notamos una diferencia entre lo que es una calificación personal, lo que es un reconocimiento y lo que es un afecto.
El afecto en este sentido es una demostración a 3 niveles:

El gesto

El intercambio de energía entre dos sujetos con la intención de demostrar interés en el otro es un gesto afectivo. La demostración de un gesto puede ser a nivel físico, como una caricia, una mirada o una acción en la cual la otra persona esta primero que nuestro interés personal. El gesto calma al sistema nervioso y da una fuerza nutritiva de apoyo y rea-seguranza.

El gesto en forma de caricia o contacto físico es una gran fuerza curativa. Si vemos por ejemplo, los experimentos que se han hecho con monos que han sido privados del contacto de  la madre, o de cualquier contacto físico, se ponen tan hiperactivos que pasan de la hiperactividad  a la agresividad.

El gesto va mas allá de la palabra, abre una avenida de intercambio energético, donde la persona que recibe la atención, esta envuelta en la presencia(energía) y atención del otro.

El contacto

La proximidad física o energética a nuestra unidad física establece un contacto. El contacto puede agradarnos o desagradarnos. Por ejemplo, el contacto de nuestra piel con la ropa, es el mas directo e inmediato. Si usamos ropa que es plástica, hecha de  acrílicos o de poliéster, estos materiales no dan menos afecto que ropa hecha de fibras naturales.

Cuando tocamos a una persona, descargamos toda nuestra frecuencia en el otro, es algo que hacemos constantemente, sin embargo no nos damos cuenta de el impacto que este tipo de comunicación tiene a nivel celular. Como tocamos determina la frecuencia ( tipo) de la presencia, que transforma, irradia y impregna el medio ambiente. Eventualmente nuestro medio ambiente vibra con el tipo de contacto que depositamos en el.

El contacto que se hace en otra persona es la firma de introducción y es la carga que la otra persona va a tener sobre ti. Por ejemplo, una madre que toca con amor a su hijo, es suficiente para alimentar el subconsciente del niño de que hay afecto.

Otro tipo de contacto es el psicológico. De una forma sutil sabemos si estas conectado con otra persona. Este sentido es un poderoso sistema de reconocimiento emocional. Por ejemplo, entre parejas pueden estar todo el tiempo teniendo un contacto físico, sin embargo el contacto amoroso o emocional puede estar ausente. Cuando ese es el caso, la pareja sufre una falta de sentido, de unión y de dirección.

Este tipo de contacto no esta remplazado por la comunicación. La pareja puede tener largas y profundas charlas pero el contacto emocional solo se genera con una sinceridad absoluta de cómo uno esta viviendo nuestra realidad interna. Este tipo de contacto es sanador, unificante y la base de un afecto sincero y duradero. El contacto a este nivel es libre de juicios y devasta cualquier tipo de manipulación.

Reconocimiento:

El reconocimiento es un acto verbal donde se transmite a la otra persona el impacto que sus cualidades, atributos o características personales tienen sobre ti. El reconocimiento es un acto de presencia hacia la otra persona y una celebración de su importancia en tu vida. Es valorar de una manera activa los aportes de otros con una retroalimentación sincera, no exagerada y constante.

Cuando reconocemos a otra persona la halagamos, la valoramos y la hacemos una retribución de agradecimiento con nuestra atención, presencia y curiosidad de saber y conocer los cambios internos de la persona. Hay respeto en dejar al otro explorar sus propias limitaciones, y hay una constante compañía de apoyo y amistad hacia el otro.

Para que un reconocimiento sea impactante y efectivo, hay que verbalizarlo. Hay que hacer al otro nuestro centro de conversación. En muchos casos de trabajo con parejas, se presenta la importancia de reconocer al otro, de claramente exaltar sus atributos personales, emocionales y físicos. Con un reconocimiento constructivo las dos partes se sienten empoderados y disfrutan de un sentimiento de inclusión.

El gesto, el contacto y el reconocimiento son fuerzas curativas para el corazón. Son fuerzas regenerativas para cualquier relación, y son fuerzas nutritivas para cualquier humano. Ahora, pasemos a otra etapa de comunicación afectica. Hablemos de la auto-calificación.

Auto-calificación

La auto-calificaciónrequiere sacar un tiempo para investigar en donde estamos internamente ( en relación con uno mismo) y suplir en tiempo lo que el ser necesita. La calificación es un gesto afectivo ( nos damos tiempo), es un contacto ( nos interesamos en nosotros) y es un reconocimiento de lo que merecemos.(valoración) Es un cuido personal que demuestra cariño, interés y consistencia afectiva.

Por ejemplo; Si tu tienes un problema legal, tu vas a elegir a alguien que este calificado en el tema para que te ayude. Vas a elegir a alguien que se dedica la mayoría del tiempo a las leyes. De igual manera si tu sabes que tus características personales determinan un role, o se tiene cierta cantidad de energía, en reconocimiento te vas a dar cuenta hasta donde puedes llegar. Con esta actitud, hay respeto ya que eligas acciones que están relacionadas con tus capacidades y con área de maestría.

En la auto-calificación se tiene la capacidad para saber cuales son las capacidades interiores y exteriores que se tienen. Uno es preciso con su tiempo, con su energía y con su disponibilidad.

La auto-calificación es una sinceridad hacia nuestros potenciales, es un observación justa hacia la sabiduría recolectada por nuestras experiencias, y es un acto sincero de cual es nuestro valor intrínseco.

Por ejemplo, yo soy una profesora espiritual estoy calificada para guiar a otros en el conocimiento interior. Con esta calificación no puedo rebajarme a hacer actividades que están por debajo de mi área. Este reconocimiento me ayuda a determinar las actividades que están a mi nivel profesional, y al mismo tiempo me abre un espacio de seguridad personal.

Los 3 aspectos del afecto, el reconocimiento y la calificación personal.

1.- Reconocer que necesitas afecto.

Antes de pedir afecto y de ver cual es nuestro estilo para pedir afecto, hay que sensibilizarnos de que necesitamos afecto. Nuestra mente nos ha entrenados a endurecernos, a pensar de que estamos expensos de cariño, y que podemos jugar a ser súper humanos. Esa posición interior esta basada en el orgullo, en una dureza de corazón.

En este punto puedes refutar que es para protegerte de un dolor, o de cubrir una desilusión pasada. En realidad eso es solo una excusa para excluirnos de un reconocimiento emocional, humano y simple.

2.- Como pedimos afecto

Generalmente pedimos afecto, reconocimiento y deseo de que otros nos califiquen nuestras cualidades, adoptando una dramatización. Hay que reconocer que debajo de la dramatización hay un gran deseo de ser visto y valorado. Al mismo tiempo tenemos que darnos cuenta cual es tipo de dramatización que preferimos.

  • Dramatizaciones mentales, En esta posición creamos un ambiente lógico, donde encontramos razones ( generalmente de cómo es el otro) para no entrar en un espacio vulnerable, sincero y realmente cariñoso. Creamos escenas de sufrimiento, de porque si y porque no. Hacemos al otro como un tirano y nos colocamos en una situación de víctima.
  • Dramatización emocional: En esta posición recurrimos a nuestro cuerpo emocional para sentirnos rechazados, desvalorados y abandonados. Otra polaridad que podemos utilizar es utilizando las emociones agresivas, en donde demandamos que se nos tome en cuenta, pero interiormente mantenemos una posición cerrada y exigente.
  • Dramatización física; En este aspecto incluimos el cuerpo físico, creamos una enfermedad, un achaque que obliga al otro a prestarnos atención, a cuidarnos y a desarrollar una constante lamento.

Detrás de cada dramatización, demanda, juicio, hay una evasión hacia la simplicidad y receptividad del corazón. Cuando no se esta en el corazón, hay poca autoestima, ya que la alternativa es hacer las dramatizaciones y cubrirlas con justificaciones mentales o emocionales. Al final no queremos que estas dramatizaciones sean descubiertas, por lo tanto trabajamos fuertemente en defender nuestra posición con mas opiniones y mas rigidez. Se hace un círculo vicioso de destrucción y de deprivación emocional.

Para pedir afecto hay que calificarse. Hay que hacer un reconocimiento que si somos merecedores de afecto, de placer y de unidad con otros. Para pedirlo hay que darse cuenta que no es un gran ejercicio mental, de que todos tenemos la capacidad de ser directos, honestos y receptivos enfrente de otra persona.

El potencial de reconocimiento viene de la fuerza de nuestra tercera chakra. Si esta chakra no tiene una seguridad personal, tiene dos alternativas de acción. La primera es sentirse superior a la otra persona. En esta posición sentimos que la otra persona tiene que venir a nosotrospara demostrar cariño. Veo comúnmente este tipo de acción en parejas en su nivel sexual. Una de las partes espera que el otro tome la iniciativa, la demostración o el interés. Esta posición crea una eterna “espera” que solo cultiva desesperación, amargura y resentimiento. Por otra parte, el que se supone que debe de iniciar, no se siente bienvenido o estimulado.

La otra posición es la de sentirse inferior al otro. La chakra genera una sensación de poco poder, de no merecer ser visto o considerado. Con esta actitud nuestra comunicación se pierde en las sombras del abandono y en mundo lleno de pobreza interior.

Ya sea con la posición de víctima o tirano, es una dualidad creada por el ego para mantener una defensa enfrente del amor, la bondad y la sensibilidad.

Tenemos que darnos cuenta que si pedimos afecto viniendo de estas posiciones, el otro no va a estar receptivo. Al corazón no le gustan las demandas. Tu puedes regatear, y pensar de que tu si comunicas abiertamente al otro tu deseo de afecto, pero si detrás de esa comunicación hay un lagunita de tiranía o victima, no va a ser escuchada o recibida.

Date cuenta que la comunicación efectiva requiere tu vulnerabilidad, tu deseo sincero de dar y recibir amor y de calificar cada momento como una oportunidad de presencia y cariño por ti y tu vida.

3.- Como generamos, manejamos y distribuimos afecto

Pedir afecto y recibirlo no es suficiente para crear nuestra felicidad. Nuestro tercera chakra tiene que rendirse a nuestro corazón, el cual tiene todo el poder para convertirnos en una fuente de amor, amistad, afecto, reconocimiento y valor. El encarnamiento de nuestro afecto es una fuerza poderosa de transformación. Nuestro medio ambiente, nuestro semejantes y nuestra vida se carga de nuestro gesto, de nuestro contacto y  eyacula en cada momento su luz y paz. Esta fuerza de proyección, es necesaria sostenerla de una manera constante. El músculo del corazón se tiene que ejercitar a  irradiar afecto y amistad independiente de lo que otros hagan o digan. Cuando el afecto esta establecido en el corazón hay un convencimiento de que uno es y esta formado de un afecto divino.

La verdadera felicidad va mas allá del afecto emocional, es un afecto que incluye a todas nuestra experiencias, todos nuestro semejantes y todas las posibles alternativas de vida. Esta inclusión crea un ambiente de pertenencia, de solidez y de camaradería con todos los seres vivos.

El manejo del este nivel de afecto va mas allá de tu voluntad, en realidad no es de tu interés ver a donde va tu afecto y quien esta afectado por el. Solo el acto de generar y estabilizar afecto en el corazón, es suficiente para inspirarnos en una vida de servicio y plenitud.